viernes, 11 de septiembre de 2009

EL OBJETO DE ESTUDIO DE LAS RELACIONES PÚBLCAS



EL SER HUMANO EN SU ACCIÓN RELACIONAL

Y COMUNICACIONAL EN LAS ORGANIZACIONES

En este tercer capítulo, el autor Emilio Solórzano profundiza en el ser humano como objeto de estudio de las Relaciones Públicas, mas recalca que a esta disciplina le importa cómo este se desenvuelve en el plano de las comunicaciones y relaciones dentro de la organización.

Así, define a la organización como un sistema social cuyos miembros desarrollan acciones conjuntas para la consecución de sus intereses comunes. Además, resalta el postulado de que cada ser humano constituye un sistema con sus propias particularidades.


Por otro lado, menciona que es necesario considerar dos conceptos importantes para esta disciplina: relación, que es un proceso que incluye unión dinámica y un encuentro human, y público, que es una estructura donde los miembros tienen intereses comunes y una influencia recíproca.


La empresa: prototipo de organización

Solórzano menciona que la empresa tradicional estaba constituida por capital y trabajo; sin embargo, actualmente existe un factor que equilibra los anteriores: la dirección profesionalizada.

Como siempre, la empresa tiene un especial interés por la producción, pero hoy no solo debe enfocarse en ello; por el contrario, el factor humano es el más importante.

En ese sentido, es menester del empresario y/o ejecutivo trabajar a través de la innovación y la adecuación sistemática, enfocándose en el potencial social y económico de la empresa.

En estos tiempos de globalización, el capital humano debe ser el punto a resaltar. ¿Qué sería hoy de la empresa sin trabajadores motivados y capacitados? Se sabe que las mejores empresas de América Latina son las que cuentan con un personal que se sienta identificado con la empresa en la que labora.

Así, en palabras del autor, “el primer público de una empresa lo constituyen sus propios funcionarios y trabajadores en general”.

Para lograr ello existen actividades de Relaciones Públicas tales como:
Administración de valores: consiste en obtener resultados óptimos a través de la captación de valores que emergen de la acción empresarial y su grupo humano.
Círculos de calidad: consiste en agrupar los grupos de comunicación donde la información fluya libremente en ambos sentidos y las relaciones se basan en la mutua confianza.


Responsabilidad direccional

Esto se refiere a la capacidad del ejecutivo de asumir responsabilidades para el entendimiento con los miembros de la organización. Para lograr tal fin, la comunicación es un elemento primordial que, según Solórzano, debe desarrollarse desde el mismo día de ingreso de cada trabajador. Así, nos presenta algunas herramientas tales como:
1. Manual sobre la empresa
2. Revista de la empresa
3. Boletines
4. Memorándum interno
5. Guía de la empresa
6. Tableros de noticias
7. Obsequios (bolígrafos, agendas, calendarios, etc.)
8. Cursos de Relaciones Públicas
9. Entrevistas directas
10. Jornadas familiares
11. Encuestas
12. Grupos de comunicación


Solidaridad de los públicos

Finalmente, se menciona que “público” para Relaciones Públicas tiene un significado especial: grupo humano con intereses comunes que se ven afectados por la acción de la organización y, a su vez, sus acciones afectan a la misma.

También, los sectoriza dándonos a conocer tres tipos de los mismos:
Público estadístico: se identifica en forma de grupos y su división se hace en función al sexo, la edad, la ocupación, etc.
Público funcional: potencialmente individualizable, determinado por una característica particular y cuya división están en función a los hábitos que lo agrupan y los dirigen.
Público específico: el público meta cuya determinación está en base a las clasificaciones de los anteriores.

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